lunes, 19 de noviembre de 2012

PIRATAS


UN CUENTO CORTITO PARA IMAGINAR


El Pirata malvado


Había una vez un barco con un pirata malvado y su tripulación. Una isla con un mapa escondido y un enorme cofre lleno de riqueza enterrado.Y el pirata mas malvado que los demás quería el mapa y luego el cofre con su llave.
Un día los piratas fueron a buscar comida a la isla y cortaron una palmera llena de cocos y de repente cayó el mapa.
Luego fueron al barco y le dijieron al capitan cruel y malvado: ha caido el mapa y responde el capitan:¿como que ha caido? responden: de una palmera, y luego el capitan dice: da igual, ja ja ja ja es nuestro.
Fueron a la isla y desenterraron el cofre y fueron los piratas mas ricos del mundo pirata. Fin.



LA AVENTURA DE UNA PAPA

Había una vez un abuelo que plantó una papa chiquita y le dijo: "Crece, crece papita, crece, fuerte y gordita" y la papa muy obediente creció. Creció fuerte y grande... ¡grandísima!
Un día el abuelo fue a arrancarla, tiró y tiró pero no pudo. Su esposa que pasaba por el lugar se acercó a ayudarlo y formaron una fila: el abuelo en el primer lugar y la abuela en el segundo lugar. Tiraron y tiraron una y otra vez, pero no pudieron arrancarla. Entonces la abuela llamó a la nieta que se puso en el tercer lugar y tiraron y tiraron una y otra vez pero no pudieron arrancarla.
El perro negro que miraba la escena dijo:"seré el cuarto en ayudar". Se tomó de la cintura de la nena y tiraron y tiraron una y otra vez pero no pudieron arrancarla.
Llamaron entonces al gato blanco que estaba en el tejado, que se formó en el quinto lugar y nuevamente tiraron una y otra vez, pero no pudieron arrancarla.
Finalmente el gato blanco llamó al ratoncito que jugaba con él, que quedó sexto y luego otro ratón que quedó séptimo y otro que quedó octavo lugar y otro en el noveno y el último ocupaba el décimo lugar.
El décimo tiró del noveno, el noveno del octavo, el octavo del séptimo, el séptimo del sexto, el sexto del quinto, el quinto del cuarto, el cuarto del tercero, el tercero del segundo, el segundo del primero. Y tiraron y tiraron con todas sus fuerzas hasta que por fin ¡arrancaron la papa! No se imaginan qué grande y maravillosa era esa papa. La cargaron entre todos y la llevaron a la casa y juntos disfrutaron de un riquísimo puré que alcanzó para el abuelo, la abuela, la nieta, el perro, el gato y todos los ratoncitos que, cansados y con la panza llena, se acostaron a dormir.


DISFRUTARON DESPUÉS DE DESCUBRIR QUE "CON EL ESFUERZO DE TODOS, LAS DIFICULTADES SON MÁS FÁCILES DE SUPERAR".






viernes, 16 de noviembre de 2012

UN NIÑO NECESITA UNA LITERATURA QUE LO FORME ESTÉTICA Y VIVENCIALMENTE, QUE LE PROPONGA MENSAJES DE VIDA, DE PAZ, DE AMOR, DE AFECTO, DE TERNURA. UNA LITERATURA QUE LO AYUDE A PENSAR, QUE LE OFREZCA, A TRAVÉS DE SUS TEMÁTICAS, LA POSIBILIDAD DE ELECCIÓN, DE ALTERNATIVAS. LA LITERATURA NO "SIRVE PARA" ENSEÑAR NADA. LA LITERATURA ENSEÑA POR SÍ MISMA, PORQUE ES ARTE.
                                                                                             Susana Itzcovich, "El placer de leer".
AHORA CUENTOSSSSSSSS...


EL PODER DE KIMIKÚ
                   
                                                       Cuento tradicional africano


Érase una vez una hechicera mala, tan mala como una bruja, llamada Karabá. Vivía en una casona enorme muy cerca de una aldea que estaba bajo sus poderes. Todos le temían, no había hechizo o transformación que no pudiera realizar.
Cuando los niños se convertían en muchachos, debían trabajar para ella durante el día y por las noches los mantenía encerrados en la torre más alta de su caserón.
En esa misma aldea vivía una mujer que tenía dos hijos grandes y esperaba el tercero.
Y llegó el día en que los mayores tuvieron que partir a la casa de la bruja y la madre quedó llorando muy afligida.
De pronto, notó que su enorme panza se movía mucho y una voz se escuchaba desde adentro:
-¡Quiero salir! ¡Quiero salir!
El bebé nació sin ayuda, se paró solo inmediatamente y dijo:
-¿Cúal es mi nombre?
- Un niño que nace solo puede elegir cómo llamarse- le dijo su madre.
- Entonces me llamaré Kimikú.¿Dónde están mis hermanos?
La madre estaba tan sorprendida que no podía responder. Vio al niño vestirse y salir de la casa. Todavía no sabía que su hijo no era un niño común. Kimikú tenía tantos poderes como Karabá y había venido al mundo para salvar a su pueblo.
El pequeño Kimikú alcanzó a sus hermanos y les pidió que lo llevaran con ellos.
- No puedes ser nuestro hermano-le dijeron-. Tú no habías nacido cuando salimos de casa.
Entonces, con sus poderes mágicos, Kimikú se transformó en un sombrero que su hermano encontró en el camino.
-¡Qué buena suerte! Me protegerá de la lluvia y del sol- dijo sin saber que también podría protegerlo de los hechizos de Karabá.
Cuando la bruja lo vio, le ordenó que se sacara el sombrero y lo tirara a la basura. Inmediatamente Kimikú se transformó en un anillo que el otro hermano encontró en su dedo, muy sorprendido.
-Planten esta semilla de calabaza, y por la noche tráiganme cincuenta calabazas dulces- les ordenó Karabá-. Si no lo hacen, los encerraré en la torre para siempre.
Los dos muchachos se sintieron desolados. Jamás podrían sembrar la semilla y cosechar calabazas en el mismo día.
-Esos es imposible- dijeron, pero la bruja respondió con una carcajada.
Claro que no bien estuvieron en el campo, Kimikú volvió a su forma de niño.
Sembró la semilla y con un hechizo hizo aparecer inmediatamente un campo repleto de calabazas maduras. Sus hermanos, contentos, juntaron cincuenta.
Karabá recibió las calabazas.¿Cómo habían hecho para lograr lo imposible?
-¡¿Quién tiene más poderes que Karabá?! ¡¿Quién?!- gritaba sin parar.
Los hermanos de Kimikú la miraban asustados hasta que ella, observándolos con sus ojos de bruja le dijo al menor:
-¡Dame tu anillo!
El muchacho se lo entregó con pena. La bruja lo miró con mucha atención y cuando lo puso en su sedo empezó a hincharse como un globo y aunque quiso sacárselo ya no pudo. Primero se le infló el dedo, después la mano, el brazo, todo el cuerpo de la hechicera se hinchaba y se hinchaba flotando en el aire ante la risa de todos.
Kimikú volvió a su forma normal y dijo a sus hermanos:
-¡Corren a casa con nuestra madre!
El pequeño entonces se dirigió a la torre y abrió el candando que cerraba la puerta. Los muchachos allí encerrados salieron felices y también corrieron, mirando a la bruja que seguía subiendo y subiendo.
En la aldea todo fue alegría y la paz duró varios meses, mientras la hechicera anduvo volando entre las nubes.
Pero un día acertó con el hechizo que le devolvió su forma y volvió decidida a vengarse del pequeño Kimikú.
Karabá no podía soportar que en la aldea hubiera un niño tan poderoso, y su único deseo era atraparlo.
Una mañana, cuando despertaron, vieron que un árbol nuevo había crecido en el centro de la aldea. Era un árbol muy especial, porque tenía todo tipo de frutos. Bananas brillantes, melones dulces, papayas y naranjas jugosas colgaban de las ramas más altas.
Uno por uno, los niños empezaron a subir al árbol para saborear las frutas, pero cuando Kimikú salió de su choza les dijo:
-¡No suban!¡Ese árbol es una trampa de la hechicera!
Pero los niños no quisieron escuchar a Kimikú. Estaban tan alegres disfrutando de los riquísimos sabores que no quisieron bajar de ningún modo.
Cuando todos los niños estuvieron arriba del árbol y parecían pájaros cantando y riendo, las ramas empezaron a moverse como si un viento extraño las empujara. Los niños se adormecieron por efecto de la fruta. Silenciosamente, cada rama se fue transformando en una reja y todo el árbol, en una cárcel que caminaba hacia la casa de la hechicera. Las madres gritaban asustadas porque el árbol se llevaba a sus niños.
Cuando el árbol llegó a los jardines de Karabá un enorme pozo se abrió en la tierra y allí fueron a parar los niños, que ahora dormían profundamente.
En la aldea estaban muy tristes otra vez y no encontraban una forma de recuperar a los pequeños.
Nadie sabía que Kimikú estaba preparando un plan para salvarlos. Usando otra vez sus enormes poderes se convirtió en una hormiga y caminando muy ligero se dirigió a la casa de la bruja.
Una vez allí, buscó en cada habitación sin que nadie lo viera, pero los niños no estaban por ningún lado. Kimikú ya se daba por vencido cuando le pareció escuchar un murmullo que venía de debajo de la tierra.
Kimikú hormiga cavó un túnel y encontró a los niños, que estaban despertando, asustados y sin saber cómo salir de esa oscura cueva.
-No tengan miedo-les dijo-,soy Kimikú y vine a buscarlos.
Entonces, convirtió a los niños en hormigas y entre todos cavaron un túnel que asomó en el jardín.
Ayudándose unas a otras, las hormigas fueron saliendo del túnel y muy contentas empezaron a caminar en una larga fila hacia la aldea.
Karabá, muy contenta por haber hecho el mal, decidió festejar dándose un baño en el lago.
Caminado por sus jardines cuando vio una fila de hormigas que marchaba rápidamente hacia la aldea.
La malvada hechicera se agachó para verlas mejor.
-Qué raro...-dijo-;nunca había visto hormigas en mi jardín.
Toda la hilera temblaba de miedo, mientras la bruja observaba hacia dónde se dirigían.
-¡Qué buena idea, hormiguitas!-dijo de pronto-.Vayan para la aldea y coman las plantas y los árboles, ¡así esa gente se sentirá más desdichada aún! ¡ja ja ja!
Y con mucho cuidado saltó la fila de las hormigas para no pisar a ninguna y siguió su camino.
Todos los niños hormigas llegaron sanos y salvos a la aldea. Ni bien entraba cada uno en su casa, se convertía en niño otra vez, para alegría de su familia.
¿Todos? Todos no.
Kimikú se había trepado a la pierna de la hechicera y estaba picándola una y otra vez.
-¡Ay ay ay!-gritaba ella rascándose, mientras los que la veían se divertían pensando: "¡Cómo baila Karabá!"

                                                                                                                  FIN










martes, 30 de octubre de 2012

LEER Y REFLEXIONAR...

 DEBEMOS PROPICIAR QUE LOS NIÑOS DISFRUTEN DE DIVERSOS TIPOS DE TEXTOS, PORQUE LA LITERATURA CONTRIBUYE, ENTRE OTRAS COSAS, A ESTABLECER SENTIMIENTOS DE PERTENENCIA A COMUNIDADES Y DE IDENTIDAD PERSONAL

PAISAJE

LA TARDE EQUIVOCADA
SE VISTIÓ DE FRÍO.

DETRÁS DE LOS CRISTALES
TURBIOS, TODOS LOS NIÑOS
VEN CONVERTIRSE EN PÁJAROS
UN ÁRBOL AMARILLO.

LA TARDE ESTÁ TENDIDA
A LO LARGO DEL RÍO.
Y UN RUBOR DE MANZANA
TIEMBLA EN LOS TEJADILLOS.

                                    F. GARCÍA LORCA.








martes, 16 de octubre de 2012

POESÍA

LA PLAZA TIENE UNA TORRE

La plaza tiene una torre
la torre tiene un balcón
el balcón tiene una dama
la dama una blanca flor

Ha pasado un caballero
¿Quién sabe por qué pasó?
Y se ha llevado la plaza
con su torre y su balcón
con su balcón y su dama,
su dama y su blanca flor.

                Antonio Machado.                             

 

martes, 2 de octubre de 2012

EL DENTISTA EN LA SELVA
Por la mañana
El dentista de la selva
Trabajó intensamente
Con un feroche cliente.
Era el rey de la jungla,
Era un león imponente,
Con colmillos careados
Y que le faltaba un diente.
Por la tarde
Y dijo el doctor dentista
A su enfermera reciente:
-pon el cartel en la choza,
no recibo más pacientes,
ha venido un cocodrilo
que tiene más de cien dientes.


AYER, HOY, MAÑANA
AYER FUI SEMILLA
OCULTA EN LA TIERRA;
NADIE ME VEÍA,
NI EL SOL NI LA ESTRELLA.
HOY SOY FLOR DE ALMENDRO
EN MI PRIMAVERA.
ME VISTO DE BLANCO,
DE LUZ Y BELLEZA.
MAÑANA MI FLOR
SERÁ RICA ALMENDRA,
QUE TODOS LOS NIÑOS
QUISIERAN COMERLA.
(R. FONT FUSTER)
BICHITOS
TODOS LOS BICHITOS,
SON AMABLES Y DICHOSOS,
VIVEN ENCANTADOS
EN UN BOSQUE MARAVILLOSO.
COLÍN COLÁN ES UNA SERPIENTE,
POR LAS MAÑANAS MADRUGA
Y A TODOS SALUDA,
ENSEÑANDO SUS DIENTES.
CASAÑA LA ARAÑA,
CON AIRE SEÑORIAL,
VA DE ÁRBOL EN ÁRBOL
SIN PARAR DE TRABAJAR.
CASILDA LA ABEJA,
NUNCA SE QUEJA,
HACE MIEL CON ARMONÍA,
TANTO DE NOCHE, COMO DE DÍA.
(TERESA TORRES)